Valores

María expresa su preocupación por la falta de respeto y valores en la sociedad actual, destacando el abandono que sufren las fuerzas de seguridad, como su marido guardia civil. Pide a los lectores que luchen por ellos, ya que defenderlos es defender nuestros derechos y libertades..

María

9/12/20242 min leer

Escribo estas letras desde lo más profundo de mi ser y con todo el sentimiento del que soy capaz, en la esperanza de que quien las lea pueda sentirse identificado con ellas y le muevan, como me mueven a mí, a tratar de hacer de esta sociedad un mundo mejor.

Mi nombre es María, y me he criado en una familia llena de valores, educación y respeto, algo que he intentado transmitir a mis hijos y que he compartido con mi marido. Mi compañero de vida, un ser de luz que me ha demostrado cómo el ser humano puede ser increíble.

Siempre he tenido una vida tranquila, pero de unos años a esta parte ya no es así. Mi preocupación ha ido en aumento debido a la falta de principios y respeto que impera hoy en nuestra sociedad.

Mi marido es guardia civil, y lo digo bien alto y orgullosa de ello. Orgullosa de su profesión, que no de las condiciones en las que se ven obligados a prestar sus servicios. ¡Cuántas agresiones, humillaciones, amenazas, injurias,…, sufren impunemente a diario, ahora que el principio de autoridad se ha quedado en nada!

A veces me pregunto si no nos hemos vueltos locos, si el ser humano puede ser realmente así, sin sentimientos, sin remordimientos. ¿Qué generaciones estamos formando? ¿Qué futuro nos espera cuando somos incapaces de mostrar ninguna empatía por los demás, o de, al menos, intentar ayudar? ¿O cuando no hay orden alguno que respetar ni autoridad alguna que pueda protegernos? Y, mientras, quienes nos gobiernan jactándose de que somos un país solidario, un referente, un ejemplo. ¿Ejemplo de qué? ¿De que nuestras fuerzas del orden sufran lo indecible y aguanten, en silencio, lo que les echen, a los pies de los caballos, incapaces de garantizar su propia seguridad, mucho menos la seguridad de todos los demás? Esto tiene nombre: se llama desprotección y abandono. Y produce indefensión (para unos), impunidad (para otros), y caos e inseguridad.

Yo, además de esposa, soy madre, y como tantas otras madres pienso en el futuro que les espera a mis hijos, preocupada por la violencia que se extiende sin control en un país cada día más inseguro. Por ello, sólo me queda pedir a quien me lea que luche, que luche por ellos, por nuestra Guardia Civil y Policía Nacional. Porque siempre están ahí, son los primeros en llegar y los últimos en irse. Porque luchando por ellos estamos luchando por nosotros mismos, por nuestra seguridad, por nuestros derechos y libertades. Y porque si no luchamos, ¿qué será de este país?